México se ha consolidado como una potencia mundial en la exportación de berries, posicionándose como líder global en fresa y zarzamora, y segundo lugar en frambuesa. En 2023, el valor de las exportaciones de estos frutos alcanzó los 3,937 millones de dólares, representando un aumento del 4% frente al año anterior y convirtiéndose en el segundo producto alimentario de exportación del país, solo detrás de la cerveza.

Exportaciones en crecimiento y mercados clave

Más de 1.15 millones de toneladas de berries se produjeron en México en 2023, de las cuales cerca del 41% se exportaron. El mercado norteamericano continúa siendo el principal destino: Estados Unidos y Canadá absorben el 95% de los envíos, aunque la industria avanza hacia una diversificación internacional, con crecimiento en mercados como Japón, Países Bajos, Reino Unido y China.

Los acuerdos fitosanitarios firmados recientemente con China abrirán oportunidades que podrían superar los 100 millones de dólares anuales en exportaciones. Además, el consumo mundial de berries sigue en aumento gracias a su valor nutricional y atractivo visual, lo que mantiene una demanda sólida a largo plazo.

Avances y políticas de impulso

El gobierno mexicano y la industria han fortalecido la infraestructura y las regulaciones que permiten mantener esta competitividad. Entre los avances más destacados se encuentran:

• Apoyo a la innovación agrícola: inversiones en riego tecnificado, desarrollo de nuevas variedades y mejores prácticas de inocuidad.

• Reformas laborales: eliminación de esquemas de subcontratación para formalizar el empleo agrícola y mejorar las condiciones de los jornaleros.

• Acceso a financiamiento: programas de crédito y apoyo estatal para pequeños y medianos productores, especialmente en Jalisco y Michoacán.

Estas políticas buscan un crecimiento más sostenible y equitativo, donde el éxito exportador se acompañe de mejores condiciones laborales y ambientales.

Los retos del sector: agua, clima y mano de obra

El auge de los frutos rojos también trae consigo desafíos estructurales. La disponibilidad de agua se ha convertido en un tema crítico en zonas productoras como Los Altos de Jalisco, donde comunidades locales reportan escasez frente a la expansión de plantaciones. Aunque las empresas del sector han implementado tecnologías para reducir hasta 30% el consumo de agua, la presión hídrica sigue siendo un riesgo importante.

Por otro lado, el cambio climático está alterando los ciclos de cosecha: sequías, heladas y nuevas plagas impactan el rendimiento y la calidad. A esto se suma una escasez de mano de obra calificada, que ha incrementado los costos y ralentizado las operaciones en campo.

Hacia una cadena más sustentable

Ante estos retos, la industria de berries está apostando por la tecnología postcosecha y la trazabilidad como pilares de la sostenibilidad. La reducción del desperdicio alimentario, la extensión de vida útil y el control de calidad en transporte son áreas donde la innovación juega un papel clave.

En SaveFruit™, impulsamos soluciones que ayudan a preservar la frescura y calidad de las berries mexicanas desde el campo hasta su destino internacional. Con tecnologías postcosecha avanzadas, acompañamos a productores y exportadores para que cada fruto mantenga su sabor, firmeza y color incluso después de largos trayectos.

Conclusión

El futuro de las berries mexicanas depende de un equilibrio entre innovación, sostenibilidad y responsabilidad social.
México ya demostró que puede conquistar el mundo con su calidad; ahora el reto es hacerlo cuidando los recursos, el entorno y a las personas que hacen posible esta industria.